21 mar 2011

Sobre gustos y necesidades

Me tienes contra las cuerdas y necesito responder. Hace varias lunas que te tuve para poder enloquecer. Tardé algunas en terminar de comprender. Unas más para poderte ver.


Mis gustos son míos y más gustosos si son conmigo, digo. Mis gustos son míos.


Me adolece la prosa esta noche, somnoliente mente impertinente, qué me has hecho Dios. Por qué creerte? por qué creer? Acaso tengo libertad, libre albedrío o voluntad, para elegir mis caprichos? los gustos, mis gustos, son míos? quizá conmigo. Quizá. Cuestión de gustos.


Necesito días pero los pierdo contigo, el Sol me castiga si al otro sigo vivo. Qué castigo mi bella musa, retirarme para nada indistinto, al hecho de que el tiempo existió, existe y exige. O nos exigimos. Me exigen. Mis gustos son míos, y por eso no entienden. Mis gustos son conmigo, y más perdidos se sienten. Mis necesidades, las mías, me tocan la espalda y no me entero si no me cuentan.


Necesito prioridades.
Las tengo.


El riesgo de desvelarme desvariando crece en la misma medida que mis límites desvanecen y los íntimos deseos y sufrimientos aparecen, prevalecen, fortalecen. Ya escribo rimas sin versear, pero necesito continuar, me gustas como estas, necesito los días, me gustan mis gustos, me gustas conmigo, necesito dormirme, necesito imparcialidad, normalidad, amalgamarme a lo simple, necesito dormir las noches y vivir los días, me gusta desvelarme, me gustas conmigo.





Víctima de mis gustos y victimario de mis necesidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario