9 abr 2011

Fríos Cobres

 Difícil irse cuando queda por quién perderse, difícil irse, sin extrañarte. Las monedas no alcanzan a valer lo que encontrarte, y sobran cuando en mi frío asiento sigo besándote.

 Y no caigo en la cuenta de lo que vales. Cuánto vale algo que no cuesta? como un gusto se vuelve una necesidad, o cómo gusta que algo se necesite? cómo saberte vicio mas no enfermedad? no hay síndrome alguno en mí, de sufrir abstinencia de tí.


 No mas que estas pocas letras, pero incluso aún sigues aquí.


 Cuando en mi frío asiento sigo besándote.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario