Porque no tiene sentido buscar conociendo el todo ni ignorándolo, es que esa noche fue como fue. Digamos que intenté conformar de tu por mí ignorada incertidumbre, una rutina.
Y de tu rutina, una combinación de elementos que...eso que forman nuestras noches, y las desgarran como los gritos silenciados y los suspiros que ensordecen.
Quedándome sordo entonces, me resta sentir tus labios y leer tus ojos, que cambian de página cada segundo, o vuelve a la misma...o no es nada más que el reflejo por ahora nublado de una real felicidad.
Lluevan entonces, cielos de verde, lluevan y dejen embriagar a ese ser de lo desconocido, de lo cotidiano,
De lo realmente hermoso que puede ser vernos a los ojos.
Y de tu rutina, una combinación de elementos que...eso que forman nuestras noches, y las desgarran como los gritos silenciados y los suspiros que ensordecen.
Quedándome sordo entonces, me resta sentir tus labios y leer tus ojos, que cambian de página cada segundo, o vuelve a la misma...o no es nada más que el reflejo por ahora nublado de una real felicidad.
Lluevan entonces, cielos de verde, lluevan y dejen embriagar a ese ser de lo desconocido, de lo cotidiano,
De lo realmente hermoso que puede ser vernos a los ojos.
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