18 oct 2014

Luchando

Escucho tus dioses que me hablan, que me dicen lo que te dijeron tiempo atrás. Te recuerdo, es así. Aunque me hayas olvidado, porque supe olvidarte cuando tus lágrimas tenían solamente mi nombre.

Me pegó de golpe imaginarte que sufrieras tanto, aunque sigo sin entenderlo del todo. Y demasiado tarde me llegó el choque, tan tarde como secos están tus ojos hoy. Gritaste ayer tan fuerte como hoy reís con tus soldados, marchando de noche en noche, de batalla en batalla.

Y yo acá, como siempre, luchando conmigo mismo.

Quedaron muchas cosas pendientes, mucho mundo por descubrir juntos. Así y todo, me siento más libre. Aunque los recuerdos vayan apareciendo en su verdadera naturaleza, y te ataquen en el peor momento, somos más libres.

Quizá es el consuelo de un tonto, pero lo cierto es que muchos días imagino qué hubiera sucedido si hubiera ido, si no hubiera fallado, si hubiera sido sincero. ¿Habrías querido lo que hay en el fondo? Espero que la próxima vez no te embobe un envoltorio, o peor aún, una idealización.

Cada día te sufro menos. Pero cada día, cada noche, cada segundo, caigo más en la realidad, de que algún pedazo mío quedó con vos.

Tal vez el peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario